EMI fue el motor de la carrera de bandas y solistas tan míticas como Beatles, Pink Floyd, Kate Bush, Blur, Radiohead, Spice Girls y otros muchos. Pero en 2007, a merced de la revolución digital, experimentó una crisis sin precedentes, desde su fundación en 1931, que la dejó al borde de la extinción. Para entonces, la más veterana de las multinacionales discográficas y una de las cuatro grandes discográficas globales, EMI, necesitaba desesperadamente ventilación asistida, y Terra Firma se la dio: el fondo de buitre adquirió la discográfica por 3.600 millones de euros. Sin embargo, la empresa no pudo hacer frente a los numerosos créditos de los acreedores, y tuvo que desaparecer tres años más tarde.