La poesia hace que el creador, seducido por la mirada en el espejo, se identifique con las imagenes; pero estas crecen y lo hacen nacer a una nueva vida: aquella que, al escribir palabras como creandolas, es posible recuperar. Este nuevo nacimiento, sujeto a la baraja del azar y a una suerte de inventiva del tedio, como creeria Borges, es un llamado que atraviesa el destino de cada imagen, de cada sentido, de cada desdoblamiento. Poesia como un camino sin regreso, pero reemprendido una y otra vez: Voy de atras hacia delante cerrando puertas. Y la llave que las cierra podria tambien abrirlas: La palabra pudiera ser / una escalera para descender / por una escalera para ascender. En un acercamiento hecho por el poeta Daniel Tellez a este libro, el expresa: Una musica que punza y sangra, que retona, abre y cierra la pagina del dia en cada abertura de los poemas de este libro Loteria. Campo abierto para leer las arrugas de la piedra, los demonios de la infancia; liberarse del preterito siseo de la palabra, del corazon anfibio de la escribiente que cambia lluvia por cantaros. En los poemas de Nati Rigonni, un discurso fecunda otro discurso, una palabra se somete a multiples edades, una herida cicatriza de otro modo. Nace piel el verso y es el azar quien ordena las sistoles de un discurso cordial en el extremo de la alquimia. Instalada en la arista experiencial, en la anchura del que retorna a la tierra mediante los filos de la palabra devorante?la que trafica el sentido de los entrecruzamientos?, condensada de certezas y de vivencias intestinas, Nati Rigonni ofrece un laberinto acustico de voces mezcladas que permite inquirir al lector por la redencion de un tiempo suyo. Estrecha en traza, por el marco afectivo al que apela, la voz poetica de Loteria surge tambien desde una vina abierta de sentido, donde ciertas contexturas visuales resemantizan varios micromundos: la inocencia, los centros, los vocablos, la escritura, la imagen.