Un libro de 104 páginas atravesado por la pérdida pero que también devuelve una sensación de ganancia. Poemas que abordan lo que los recuerdos y las páginas en blanco comparten: siempre esconden algo no dicho.
Como dijo Ernest Hemingway: Todos estamos rotos, así es como entra la luz. La autora explora las dimensiones de este enunciado y nos recuerda algo que bien podría ser una verdad inamovible: los recuerdos y las páginas en blanco tienen algo en común: siempre esconden algo no dicho.