«Que algo no iba bien en mí era más que evidente, todos los que me rodeaban lo percibían. Hasta yo misma era consciente. Pero claro, en términos técnicos, no tenía ni idea de lo que era ser transexual.»
Pese a no tener ningún referente, Daniela siempre sintió que quería ser y mostrarse como una mujer. Con el tiempo, entendió lo que ocurría: ella era una mujer. No sin ciertas dificultades, ha conseguido mantenerse fiel a sí misma en todo momento. Hoy en día, sin embargo, es consciente de que el camino habría sido mucho más fácil -lo sería para todos aquellos que lo están viviendo ahora- si hubiera más voces dispuestas a romper el tabú de la realidad trans.
Con el humor y el desparpajo que la caracterizan, Daniela nos cuenta en primera persona cómo es la infancia, la adolescencia y la juventud de una persona trans, lo que supone abordar la transición, los prejuicios y el desconocimiento que persisten.