Alrededor de la violencia en México han brotado muchos libros. Pero solo un puñado escapa todo amarillismo para convertirse en una descarga que cimbra e interroga. Para mí Manca sin duda es uno de esos pocos: Ileno de búsqueda y aciertos. Lo habita un "yo" que se muestra franco, a la vez que evita rehuir o caricaturizar el "nosotros" En esta nueva versión bilingüe lo sigo encontrando singular, potente, despierto: tan navaja como espejo. Laia Jufresa
En este libro hay fosas, cadáveres, huérfanos, cenizas, "todo lo que nos duele vergonzosamente" México. Juana Adcock nos impacta con sus palabras. Hiere, sutura. La cicatriz permanece porque ella habla de los que no amanecieron con nosotros. Español e inglés son una frontera porosa que interpela nuestra relación simbiótica con Estados Unidos, con un "que Iloren en la casa del vecino a que Iloren en la mía...". Manca es mucho más que denunciar y poco menos que cantar. Es un Ilamado urgente de la poeta y traductora que nos hace conscientes de que estamos vivos. iVivos, carajo! Y ese es el mayor privilegio que podemos tener en un país como el nuestro. Karen Villeda
Sometimes, when we talk about violence, we're too solemn, too well-behaved. As if we needed to seek its permission. As if it should dictate what we can or cannot do. In this book, though, all heads roll. The air of the hereand-now reshuffles the original and the copy, turning what's been appropriated inside out, to become an act of disappropriation. Translingual, brazen, and radically free, this book is full of the present, its furious winds whipping up everything in their path. Cristina Rivera Garza