La poesía de María Baranda (1964) busca iluminar e iluminarse desde dentro mismo del lenguaje, a la vez que encarna en el tiempo como una narración. No cuenta una anécdota: refiere una historia, despliega su acontecer como duración a la vez que como mutación. Este número de Material de Lectura reúne dos poemas de la autora, "Arcadia" una reflexión sui géneris sobre la escritura, el cuerpo, los recuerdos y la ciudad, entre otras cosas, y "Víbora" en el que prosigue su introspección, su anagnórisis siempre renovada y en la que sabe que la serpiente, y no sólo Adán y Eva, fueron expulsados del paraíso. Su poesía, con plena conciencia de serlo, no deja de venir a los labios, la boca o la garganta como un hecho constitutivo de la condición humana.