Lo que ves en este libro vive en el intrincado mundo que se construye en torno a las canciones, y que las canciones habitan. Es el material del que nace y se alimenta la obra oficial.
Cuando hablo de la obra oficial me refiero a la canción o al libro o a la partitura que se publica y va a parar a las manos de los fans. Los fans se convierten en sus custodios. La poseen. Sin embargo, detrás de la canción hay una cantidad enorme de cosas secundarias: dibujos, mapas, listas, garabatos, fotos, cuadros, collages y borradores, cosas que son propiedad del artista, secretas y sin terminar.
Estas cosas no deben considerarse tanto obras de arte como la superestructura alucinada y compulsiva que da a luz a la canción o al libro o al guion o a la partitura. Son un sistema de apoyo de información tangencial y maníaca.
Espero que les encuentres algún valor. Para mí, estas piezas tienen una energía creativa distinta de la de la obra terminada: cruda y directa, pero no menos convincente.