En las páginas de este libro leeremos testimonios de tiempos recientes hablados en pasado y en futuro, porque a la vez de que diversos personajes recuerdan lo sucedido en octubre de 2019 en Ecuador, apelan por un cambio que condense el sentido de la lucha. Son ideas entrelazadas que se desplazan a instantes anteriores y a épocas por venir, mostrando lo dinámico de la memoria. La coyuntura no sorprendió tanto, como el desarrollo concreto de las luchas, el veloz reagrupamiento de las organizaciones, la desfachatada represión, los comunicados de absurda y risible formalidad por parte del gobierno. Al cabo de un instante, todo dejó de ser cotidiano y nuevamente el movimiento indígena se convirtió en protagonista, desnudando públicamente intereses políticos que, en condiciones normales, aparecen con cierta timidez.
Los textos contienen la fuerza de la oralidad, los leemos como si escucháramos las palabras, como si viéramos los rostros. Nos trasmiten las emociones, sueños, esperanzas y desafíos propios del momento en que relataron lo que vivieron. Nos comparten historias personales que son colectivas, el nosotros se impone frente al yo. Lo vivieron, lo recuerdan y lo cuentan. La unión entre los hechos, la memoria y la palabra.