Una chica del conurbano obsesionada con una actriz de TV de los 80; una profesora de historia
enamorada de su instructora de box. Policías sensibles y cinéfilas fracasadas. Narcotraficantes
prêt-à-porter ocultas tras pelucas rubias; huyendo de las tormentas como sirenas y remolcando
para su más preciosa intimidad los días, los autocines y las estrellas. Entre la melancolía y el
kitsch, los personajes de Mi madre favorita tiene bíceps parecen siempre llegar de fiestas tristes.
Como aquel paracaidista que no puede aterrizar, a duras penas logran pisar la tierra.
Lilian Laura Ivachow se para en lugares indómitos para dar cuenta de lo que ve, de lo que
percibe, para escribir con gracia, con humor y con amarga desesperación, las historias de unos
personajes a los que la luz parece tornasolar y vuelve completamente entrañables...