La trama negra se dispara cuando una noche Úrsula recibe un llamado en el que se le informa que su marido está secuestrado. ¿Qué marido?, se pregunta ella cuando corta. Decide ir al encuentro del secuestrador, un negociador pusilánime, suerte de Steve Buscemi tembloroso. Su vínculo con el sujeto irá de la empatía a un velado intento de seducción. Por supuesto, nuestra Úrsula López, pieza ignorada por el resto de los involucrados, conectará con la verdadera Úrsula López y la involucrará en los sucesos que llevarán al final redondo de la novela.