"Con este artículo argumento que las mujeres indígenas tienen una experiencia de dominación con múltiples aristas que reta la comprensión monista de entender la estructura social bien sea a partir del patriarcado, de la dominación étnica o de clase social. Están cuestionando un sistema-mundo opresivo e interconectado. Esta misma condición les permite aportar a la construcción de sujetos colectivos no ensimismado en la etnicidad, en el género o en la clase social, sino creadores de nuevas formas de vida liberadoras que trasciendan las miradas unilaterales de los procesos de emancipación. Su voz es importante porque no es lo mismo cuestionar el poder desde el centro que desde los márgenes, y estas voces desde los márgenes dan contribuciones fundamentales para tener otras lecturas del ejercicio del poder y sus desafíos"