Muxitán se sitúa en la encrucijada de dos disidencias: la lingüística y la sexual. El amor homoer{otico, explorado desde el contexto cultural de la experiencia muxe en la cultura binizá, es la columna vertebral de estos poemas celebratorios y desobedientes que desmontan el estereotipo de la poesía indígena como el locus de una vida rural, bucólica y alejada del mundo.