El libro de Valeria Thus aborda el tema del negacionismo y el Derecho penal, enfocándose en el rol del Derecho frente a la negación de los crímenes de Estado. Lo primero que hace la autora es indagar si el negacionismo es una práctica amparada por la libertad de expresión o implica una violación del deber de verdad histórica y de la dignidad humana. Un rico bagaje doctrinario acompaña las afirmaciones de Valeria en este sentido. Ella tiene claro que la negación no es inocente en la medida en que convierte los hechos en un no acontecimiento. Esto es sumamente grave porque no consiste en volver al punto anterior a la ocurrencia de los hechos, sino vivir como si esos hechos no hubieran tenido lugar, lo que es mucho peor desde todo punto de vista. A estas alturas, la tesis de Valeria adquiere todo su vuelo, supera la relación negacionismo-libertad de expresión y enfoca en las víctimas. Construye una visión de la igualdad como no sometimiento, una visión más grupal la del grupo de las víctimas directas, el grupo desaventajado de las víctimas en cuya función el Estado tiene el deber de desarrollar acciones afirmativas. Del Prólogo de Mónica Pinto