AA.VV
Un tren ómnibus es aquel que lleva carruajes de todas clases y para en todas las estaciones. Así, éste, que incluye muestras de la excepcional riqueza poética de México, viaja desde el siglo XIV e incursiona por la poesía indígena y la poesía popular, sin que falten los poetas novohispanos, los románticos, modernistas y contemporáneos. Poesía indígena: cora, chinanteco, huichol, lacandón, maratino, maya peninsular, mazateco, mixe, mixteco, náhuatl, otomí, quiché, seri, tarahumara, tarasco, tzotzil, yaqui, zapoteco, zoque. Poesía popular: refranes, conjuros, oraciones, arrullos, trabalenguas, adivinanzas, juegos infantiles, romances viejos, coplas, canciones bajo la Inquisición, políticas, de armas, del campo y los suburbios, románticas y modernistas, improvisaciones, calaveras, glosas, parodias, letreros de camión y de letrina, poesía inocente. Poetas de la Nueva España, románticos, modernistas y contemporáneos: de Gutierre de Cetina a José Carlos Becerra, pasando por Ixtlilxóchitl, Sigüenza y Góngora, Landívar, Pagaza, Díaz Mirón, Tablada, López Velarde, Reyes, Pellicer, y tantos otros. La Suave Patria, El brindis del bohemio, Netzahualcóyotl, Agustín Lara, poetas en latín, Octavio Paz, Sor Juana, Riva Palacio, La Adelita; poesía de Tabasco, Sinaloa, Querétaro, California, Nuevo México; poesía amorosa, ritual, política, obscena, religiosa, patriótica; poemas ideográficos, juguetes literarios, poesía escrita en las paredes, poesía para cantar y bailar, homenajes, diatribas, sátiras, himnos, corridos, etcétera. Realmente, un viaje completo con todo el bagaje que el lector disfrutará a plenitud.