AA.VV
"El pensamiento crítico no admite ser presentado como una escuela más o menos exclusiva, ni debe disimular que se nutre con opiniones diversas y muchas veces encontradas. En cierto sentido, lo que Marx legó en gran medida fue un lenguaje, una propuesta, un proyecto, un combate en desarrollo. Una empresa crítica basada en la hipótesis estratégica de la caducidad del capitalismo y la posibilidad de la revolución, una hipótesis estratégica que es necesaria para un tipo de conocer que es indisociable de transformar y luchar.
El verdadero pensamiento crítico debe dar pruebas de su capacidad para analizar el mundo social y la manera (alienada) en que los seres humanos se insertan en ellas, sin conformarse con oponer a la realidad una condena moral abstracta e impotente. No puede haber liberación y emancipación, sin la existencia de relaciones sociales que en sí mismas las contengan. Se trata entonces de forjar instrumentos intelectuales para la acción, tratando al mismo tiempo de reconocer las limitaciones y aún los obstáculos que nuestras mismas ideas pueden llegar a representar para la transformación de la sociedad. En lugar de proponer teorías que dominen las prácticas sociales, la crítica debe ayudar a liberarlas para establecer con ellas nuevas relaciones. El mismo proceso de conocimiento debe aspirar a afirmarse como una relación social tendiente a la superación del aislamiento, la competencia y la violencia de las relaciones interindividuales que son propias del orden del capital".