Hay una línea narrativa que inicia en las profundidades rusas, es recogida por Svetlana Alexiévich, analizada por Laura Esther Wolfson, traducida por Marta Rebón y presentada por Gris Tormenta para terminar, años después, en este libro, en las manos de este lector. Perder el Nobel es una historia reflexiva y sofisticada sobre el abismo no solo aquel de naturaleza lingüística que a veces existe entre el texto original y el traducido. ¿Qué representa el traductor como intermediario «invisible» de significado? ¿Cómo debemos entender su postura? ¿Existe un proceso creativo «correcto»? Con la autoridad absoluta de una ensayista magistral, Wolfson nos permite adentrarnos en las complejidades de la traducción literaria a través de un ensayo contemplativo y brillante.