(SOLAPAS DESGASTADAS DE ORIGEN)
El deseo, tan presente en la literatura y el cine, no solo es portador de vida y de muerte entremezcladas, sino que actúa siempre de modo incoherente, misterioso, contradictorio. Con frecuencia cuestiona, además, una cierta concepción del sujeto que ha sido dominante en el pensamiento occidental, y por consiguiente en los discursos artísticos: la que considera el sujeto como una entidad unitaria, estable y más o menos coherente, no exenta de tensiones, pero capaz de dominar las pulsiones que tratan de arrastrarlo más allá de «lo propio del hombre», ya que ese sujeto prototípico es eminentemente masculino. Las mujeres, según esta tradición, estando sometidas a la naturaleza, no son sujetos de deseo sino que están sujetas a su deseo.
La primera parte del libro se dedica, así, a una reflexión sobre el concepto de «deseo», tanto para preguntarse si este puede ser representado como para revisar críticamente algunos de los discursos clásicos sobre él, que han configurado unos patrones fijos con el fin de definir, y al mismo tiempo contener o reprimir, el deseo de las mujeres. En la segunda parte, se analizan diversas obras contemporáneas escritas por mujeres, para comprobar cómo se inscribe en ellas una imagen de la mujer como sujeto de deseo que se aleja del estereotipo configurado por los valores tradicionales del patriarcado y que consiste esencialmente en ver a las mujeres como objeto de deseo o sin deseo.