En estos trabajos, tomando en cuenta que vivimos en un mundo irredimiblemente fisurado, trato
de considerar remapeos urgidos por la literatura pero también por las incursiones lógicas o
teletópicas que han remplazado los fundamentos y la fundamentación. Mi intención era sondear
espacios sellados, abrir algunos territorios condenados y, en términos generales, establecerme en
un tipo inevitable de desierto. Rastreando el espectro de ciertos gritos de guerra, el conjunto de
textos reunido en este libro mapea agresiones e historias menores que incluyen el monitoreo
policial de Los Ángeles, un primer encuentro teórico con la emergencia del Sida, la esencia
heideggeriana de la tecnología, sus incursiones de control sobre la así llamada vida "ordinaria", y
ofrece un análisis sobre la desaparición de la autoridad.
En mi investigación y en mi enseñanza interrogo relaciones de autodestrucción, zonas hostiles que
socavan y modulan al ser. La obsesión con la historia y la narración catastróficas se extiende desde
lo que Freud localiza más allá del principio del placer, como pulsión de muerte, hasta formas
específicas de jouissance destructiva que asocio con el uso de drogas y otras vías de salida del
deseo.