Ser madre es un placer es un libro que quiere intervenir en la realidad de la maternidad hoy y, también, en sus debates, desde un lugar nuevo: el del placer femenino. Sin negar la miseria en la que el orden simbólico patriarcal ha metido la maternidad, ni la complejidad o peligros de los procesos de concepción, gestación, lactancia o crianza, este libro pone el placer en el centro de la vida de las madres y sus criaturas; de todas, de las que gestan, adoptan, acogen o sueñan.
Tras las palabras contextuales de Barbara Verzini, la obra se abre a un viaje de placer por la cultura materna occidental, con paradas en la historia, las artes, las letras y el derecho. Se investiga el lugar de libertad que la Virgen aporta a las mujeres de la historia medieval y moderna de Occidente (Cláudia Costa Brochado, Helena Casas Perpinyà y María-Milagros Rivera Garretas). Se indaga en obras visuales y creaciones literarias, cuyas autoras han inventado formas libres de decir la relación materna (Laura Mercader Amigó, Francesca Llodrà Grimalt, Pilar Bonet Julve, Caroline Wilson, Nieves Muriel García y Rosario García-Huidobro Munita).
Placenta significa lugar del placer. La placenta, según indica Luce Irigaray, no es ni de la madre ni de la criatura, es de la relación. El placer está en la relación.