Después de una jornada en el campo, lo que queda es silencio. Parece que ya no sucede nada, pero en la intimidad de los hogares, en el recodo de los caminos y las orillas de los ríos, siguen pasando cosas. Águeda quiere saber dónde está el cuerpo de su madre, mientras intenta sostener el luto en un pueblo donde el crimen organizado mantiene a la muerte en perpetuo acecho. Su dolor es una afrenta y la rabiosa osadía con que reclama un sepulcro merece ser castigada. Como en un segundo nacimiento, la joven debe transformarse para seguir viviendo. Esa nueva gestación le brinda una posibilidad de percibir el mundo, de escuchar las historias que las aves cuentan; de amar y experimentar la belleza que sucede a pesar del horror. Reconocido con el Premio Internacional de Poesía Sor Juana Inés de la Cruz 2017, Silencio narra la historia de una desaparición de entre las cuarenta mil registradas en México; cuenta el relato de un cuerpo no reconocido de entre los miles que han quedado sin nombre. Clyo Mendoza elige la poesía para revelar eso que pasa entre las sombras y construir un homenaje a los desaparecidos a través del esfuerzo de ver la vida en la muerte. Esta escritura no es solo una forma de acuerpar lo indecible, sino de ofrecer una sepultura que fue negada. Es la palabra como rito mortuorio. Una flama que enciende luz en la oscuridad.