?El único gran espíritu de nuestro tiempo? así calificó Albert Camus a su amiga Simone Weil. La andadura intelectual del siglo xx se entiende mejor a través del encuentro de estos dos pensadores en una Europa que, desgarrada por los totalitarismos, se adentraba en la larga noche de la II Guerra Mundial.
Santiago Arauz acude de nuevo al novelista y dramaturgo Albert Camus para presentarnos, en forma de confluencia dramática, la figura de Simone Weil, narrada por el filósofo Gustave Thibon y rememorada por el padre Perrin a partir de sus conversaciones con el escritor argelino, en un interesante juego de relatos dentro del relato. A través de las voces de estos hombres y de la propia Simone, se reencarna para nosotros la imagen y el pensamiento de esta mística proletaria, su inquietud religiosa, su curiosidad intelectual y la coherencia extrema (si es que es lícito poner límites al compromiso moral), que la llevó a una muerte autoprovocada.
Santiago Araúz de Robles nació en Molina de Aragón en 1936. Ha publicado veintiocho libros en las modalidades de novela, relato corto, poesía y ensayo. Ha recibido, entre otros, los premios Tigre Juan, de novela, Ámbito literario, de poesía, Hucha de Oro, Carta de Oro o Pedro Antonio de Alarcón y fue finalista en el Premio Nacional de Literatura de Ensayo, Miguel de Unamuno. Fundamentos ha recogido su obra dramática en Mi nombre, Albert Camus (2009), Trece cartas (Encuentros con Graham) (2010), ¿Qué hay, Marilyn? / El Corpus Chico (2012), Nadie abate el muro y cuatro relatos breves (2015) y El hombre en la isla / La agonía florida de Carlos Brito (2017).