Una dickensiana y trepidante comedia urbana de la finalista del Premio Booker«¿Sabías que en la época de los Tudor todos los burdeles estaban al sur del río, en Southwark, y que no fue hasta mucho después cuando se trasladaron al Soho? Lupanares, los llamaban en esa época.»Soho: un sitio cáustico, húmedo, insaciable. La única zona de Londres que realmente nunca duerme. Turistas que se pasean, oportunistas que merodean, adictos que se arrastran, trabajadoras del sexo que se exhiben para los clientes que las rondan, personas sin hogar, gente que está perdida. Bajan por la calle Wardour, se asoman por Dean, se meten en L'Escargot, se escabullen por callejones desiertos, esquivando borrachos y contenedores de basura, y salen a las bulliciosas avenidas desbordantes de energía, llenas de vida y desenfreno.En una esquina descansa un edificio, igual que los edificios contiguos. Sin embargo, este alberga una heterogénea muchedumbre de ricos y pobres, desde el sótano hasta la terraza de la azotea. En las últimas plantas, Precious y Tabitha han establecido su hogar, pero ahora corre peligro: la propietaria, una multimillonaria llamada Agatha, quiere expulsar a las mujeres que viven y trabajan allí para construir restaurantes caros y apartamentos de lujo. Los hombres como Robert, que visitan el burdel, tendrán que ir a otro sitio. Y las personas que, como Cheryl, duermen en el sótano, deberán encontrar otro lugar donde esconderse al caer la noche. Pero esas mujeres no piensan rendirse. S