DOLORES JULIANO / JULIANO CORREGIDO, DOLORES
Todo proyecto requiere un final, y este libro es el resultado de años de investigación y reflexión sobre cómo afectan los prejuicios a los sectores más desprotegidos de la sociedad.
Si en libros anteriores la autora hablaba de inmigrantes, trabajadoras sexuales, presas y minorías étnicas, tratando de señalar los prejuicios a partir de los cuales los vemos, en éste subraya que en esa construcción social de la desvalorización y el rechazo, tienen tanto peso los discursos como los silencios y enfatiza las respuestas cuestionadoras y su lento camino hacia el reconocimiento.
Aborda el tema desde una perspectiva antropológica feminista. La credibilidad que otorgamos a las cosas que escuchamos, depende más de la autoridad que le reconocemos a quien lo dice que al contenido mismo de la información. Los grupos que tienen poder intentan convencer a los demás que actúan en beneficio de todos y consiguen credibilidad!, los sectores marginados intentan hacerse oír y aprovechar las grietas para introducir nuevos significados y cambios en las escalas de valores. Dado que son las mujeres las que han padecido una más continuada discriminación, son también las que han tenido más ocasión y tiempo para desarrollar propuestas para superarla.
El feminismo es el precursor y ha desarrollado bases teóricas para entender cambios sociales, pero eso no lo salva de problemas en su propio seno, como se ve a partir de las dificultades que han tenido muchas de sus corrientes para atender los reclamos de los sectores menos modélicos de mujeres. Es interesante el análisis de las curiosas soluciones que ha buscado el feminismo más conservador para compatibilizar su discurso basado implícitamente en la superioridad moral femenina, con la evidencia de la existencia de transgresoras de esa moral, sin olvidar que también el feminismo de tradición marxista ha tenido problemas teóricos para incluirlas.
El libro incorpora reflexión sobre trabajos silenciados o infravalorados, como las labores de cuidado, pero también se adentra en temas tan diversos como la existencia de espacios considerados peligrosos y la resignificación actual de las migraciones. Se interna además en los principales tabúes de nuestra cultura, como son la vejez y la muerte. Pone de relieve que, pese a la fuerza y a la capacidad de acomodación de los discursos dominantes, se produce constantemente una contestación que los erosiona y que proviene de aquellas personas a las que no se les reconoce ni valida el derecho de expresarse y que son las que protagonizan el verdadero y deseable cambio social.