Una rebelión de los marginados por la justicia social y la dignidad de su trabajo, de Diana Sánchez Barrios, una de las más importantes representantes de la moderna y progresista combinación entre la cuestión sexual y la cuestión social, ofrece una visión clara de su lucha por el reconocimiento de las minorías diversas y su inclusión social en el trabajo para aumentar la calidad de vida de las personas, así como acentuar la democratización mexicana. Todo esto para sustraer al trabajo en el espacio público de las condiciones de mercancía en la que se encuentra, a fin de garantizar la posibilidad de llevarlo a cabo con dignidad y contra el fenómeno social de la globalización de la indiferencia. Además, coloca a la persona en primer lugar, proponiendo redistribuir equitativamente la riqueza para arribar a una sociedad justa sin recurrir a la lucha de clases, a la violencia o a los conflictos cotidianos. Esta obra es pionera en el análisis de las diferentes dimensiones en que se ha desplegado el trabajo no asalariado. Es el testimonio de una lucha contra las crecientes desigualdades que produce el actual sistema económico, no para contraponerlas como modelo alternativo al sistema, sino para instaurar una sociedad del trabajo libre, donde el Estado y las fuerzas sociales controlen el mercado para garantizar la satisfacción de las exigencias fundamentales de toda la sociedad.