«Este bello libro nos revela, una vez más, la duplicidad de ese viaje que supone la vida: el viaje exterior, a algún sitio concreto ?el pueblo apartado, el balneario, ?la montaña?? y el viaje interior: el del iniciado, el de quien sabe contemplar, el de quien se salva porque sabe ?cerrar el círculo? de todas las dudas y de todos los pesares; el viaje a uno mismo: el viaje del que ?sabe que no sabe?. Por eso, éste no sólo es un libro de iniciación sino también un libro que nos enseña a ?contemplar?. A contemplar y a aceptar. Esto es lo que implica el querer saber y el saber, la sabiduría?