En el centro de esta deliciosa novela hallamos a Del Jordan, una chiquilla que vive con sus padres en el pueblo de Jubilee y nos narra su día a día, su relación con la familia, los vecinos y los amigos.A través de sus ojos observamos el mundo y compartimos el provecho que saca de lo que ve.Del compadece la poquedad del padre, admira el arrojo de la madre y comprende que tarde o temprano llega el momento en que hay que elegir entre una risueña mediocridad -hogar, iglesia, matrimonio, hijos- y otras opciones más interesantes y arriesgadas.Ese descubrimiento es también el de la vocación literaria, una suerte de llamada, de beber para con el mundo.