A las orillas del río Suchiate, entre Guatemala y México, es posible observar una de las movilidades poblacionales históricas en la zona: la movilidad laboral de trabajadores guatemaltecos a la región del Soconusco. Cada día y cada año, cientos de guatemaltecos cruzan el río para ir a trabajar a Chiapas. El trabajo transfronterizo se caracteriza por ser de ida y vuelta; la casa y la familia se mantienen en Guatemala y el trabajo se tiene en México, conjugando las ventajas de vivir en un espacio cofronterizo. En las movilidades diarias (commuters) o con estancias temporales diversas, los trabajadores guatemaltecos son sujetos económicos, pero también son madres, padres, hijas e hijos que no abandonan su rol y responsabilidades familiares.
Este libro se aboca a mostrar esta arista poco explorada de la cotidianidad transfronteriza: la vida familiar de las y los trabajadores guatemaltecos transfronterizos.