"Había en la casa de mis padres un árbol que cubría el sol, evitando que el calor entrara por las man?anas. Un día, ese árbol se secó y tuvieron que derribarlo; eventualmente, la vista del horizonte mejoró y el calor envolvió la casa. Sin embargo, por an?os, los pájaros revolotearon alrededor de donde alguna vez estuvo; seguramente, muchos de esos pájaros nunca se posaron ahí, aun así, ellos trataban de encontrarlo. A muchos mazahuas nos ocurrió algo similar, no nos ensen?aron la lengua, pero, en nuestro caminar por la vida, entendimos que nos hacía falta. Yo jomú nu ú'ú / Las tierras del dolor, es un andar a ciegas en los primeros intentos de encontrar la sincronía de los mundos distintos que intentan coexistir entre nosotros; también son, a su vez, poemas que nos cuentan la belleza que hay en la fragilidad de la vida. No hay dolor que no se disfrute, aunque sea un poco, no hay dolor que no nazca de la alegría, es el dolor la prueba más fehaciente de que aún estamos vivos"--Back cover.