En este libro se presenta una historia construida con otras historias, expresadas por quienes conocieron a María Esther Zuno de Echeverría en diversas etapas de su vida: amigas de la infancia, de la adolescencia, de la madurez, colaboradores de quien, como esposa del presidente de la República en el sexenio 1970-1976, ejerció un poder de facto que le permitió instrumentar una de las políticas sociales de mayor relevancia de la historia reciente de México. María Esther rechazó el título de primera dama; pidió le llamaran la compañera y puso una marca personal a su trabajo al frente del Instituto Mexicano de Protección a la Infancia (IMPI), y dela Institución Mexicana de Asistencia a la Niñez (IMAN). Aquella joven jalisciense, alegre, bailadora, porrista de futbol americano, hija de un patriarca respetado y respetable, vivió grandes pasiones, amores fundamentales: por sus padres, su esposo e hijos. Pese a ventiscas, vendavales y hasta remolinos, María Esther vivió con su novio-esposo-amanate-compañero una relación que duró más de medio siglo y quien inició cuando ella conoció a un joven pasante de Derecho que con el tiempo llegó al máximo puesto de la política mexicana: la Presidencia de la República.