Así como el plomo le añade lustre al cristal, el lenguaje directo asegura la fuerza y la transparencia de la poesía. Eso explicaría por qué estos poemas de Eileen Myles emocionan de una forma tan asombrosa; como una bocanada de aire fresco en el turbulento entorno urbano desde el que escribe. Myles definitivamente sabe que no existen subtítulos para decir las cosas como son.
John Ashbery