La violencia familiar es una de las principales manifestaciones de la violencia de género. Para las mujeres representa una fuente de sufrimiento y padecimiento, y origina diversos problemas de salud. A partir del impacto que provoca, requiere la formulación de políticas y la organización de prácticas y servicios para su abordaje. Este libro encuadra algunos aspectos como la oferta de atención, cuidados y apoyo destinados a mujeres en situación de violencia en relación con sus trayectorias (y experiencias de padecimiento), detallando el rol de actores como el sector salud, el sistema judicial, la policía, espacios comunitarios y redes sociales. Las trayectorias estudiadas se extendieron, en promedio, cerca de una década en la cual las mujeres efectuaron numerosas consultas, denuncias y emplearon diversas estrategias de afrontamiento. Así, se describen experiencias de padecimiento que revelan una vulnerabilidad extrema y la cercanía de la muerte, todo ello vinculado con los cambios normativos y programáticos locales (que no logran articular los recursos disponibles) y el papel de los medios de comunicación.