Algunas veces la biografía se vuelve indistinguible de la textura política de la nación. Sin dejar de ser íntimos, los paseos por el recuerdo, las maneras del trabajo y las del ocio, las decisiones amorosas mismas se convierten en la única manera de comprender el ánimo de un momento histórico. Así sucede en unos pocos libros excepcionales, que para siempre hacen indelebles nuestros (has cruciales. En agosto y fuga, paloma Villegas narra las vísperas de las elecciones de 1991 a través de un puñado de vidas apasionadas un puñado de soledades intensas entrelazadas por intereses comunes, muertes compartidas, rencillas prestadas, por el deseo y, final mente, por una de las derrotas más dolorosas de la imaginación democrática. Esta es una novela espléndidamente escrita y descrita, poblada por personajes memorables. Al mostrarnos a Lázaro, a Magda, a Pablo y a Nora con una compasión de cuerpo completo, Villegas vuelve a escribir la historia, para que nos resulte aún más inolvidable. Estos amores desgarrados por el pasado y por la necesidad de rebasar los límites de la parca son al mismo tiempo una demostración brillante de los caminos de la amistad y una manera de recuperar para la esperanza un pasado doloroso y cada vez más nítido. Esta novela no se podrá olvidar.