Los ensayos de este libro tienen el talante de la insurrección permanente, siempre provisional y posible. Los autores tienen la convicción de que el estado de cosas cultural y político puede ser transformado radicalmente. Por ello toman rutas filosóficas distintas pero orientadas a reconfigurar subjetividades dueñas de sí y que han renunciado a una dominación que pretende decirles qué hacer.