La Caza de Brujas produjo una marca que perdura en las representaciones donde se procura regular la vida de ciertos cuerpos y privarlos de su poder político. A partir de allí, Mona Chollet explora tres modos de las brujas contemporáneas, de aquellos que rechazan los mandatos heteropatriarcales: la independiente que no quiere sujetarse a una pareja para sentirse completa ni segura, la que desea su infertilidad y rechaza la obligación de maternar y la vieja, que ha logrado saberes sobre sí misma y sobre el mundo que sólo se adquieren a través de la experiencia. Los feminismos actuales, sostiene la autora, retoman la tradición de las brujas junto a todo su potencial autonomista, crítico y transformador. Necesitamos, concluye, representaciones colectivas que no criminalicen nuestra potencia sino que nos permitan generar mundos donde ella pueda expandirse.