En el inicio hubo una herida y la habrá también al final: la huella de un episodio de agresión. En medio de esto, la protagonista del libro, que poco a poco descubre su orientación e identidad sexual, nos mostrará su desencuentro con una realidad que está construida desde y para el mundo patriarcal.
Compórtense como señoritas, además de ser un relato honesto y narrado con exquisita eficacia, compone el crudo retrato de una Lima llena de hipocresía y homofobia, en donde solo queda resistir bailando.