Un libro en el que amalgama realidad y ficción, memoria y fantasía, en cuatro cartas, escritas por la protagonista a otros tantos personajes a quienes amó, en las que se reflejan su evolución personal, y también los cambios sociales y políticos desde el final de la guerra civil hasta poco después de la muerte de Franco. Una íntima y lúcida confesión escrita a contraluz del recuerdo y la crónica de las batallas, las derrotas y los sueños de su generación.
En la primera carta, dirigida a su madre, la protagonista se sumerge en los recuerdos de su infancia en la posguerra, para reconstruir así su compleja relación con aquella mujer de arrolladora personalidad en torno a cuya figura se ovillaron sus primeros temores y desengaños.
En la segunda, regresa a su adolescencia, cuando, desde su pupitre del Colegio Alemán, adoraba secretamente a su profesor de literatura; una silenciosa historia de amor que adquirirá cierta realidad años más tarde y que tendrá una coda final en el umbral de la muerte del protagonista.
En la tercera, ya en la Facultad de Letras, cuando también era alumna del Instituto del Teatro, se enamorará de un joven de origen humilde, dueño de un excepcional talento como dramaturgo de ambivalente sexualidad; ambos mantendrán una relación clandestina, un idilio que contará con la escandalizada oposición de los padres de la autora.
El cuarto y último de sus corresponsales póstumos es Esteban, impenitente Don Juan, que regresa a Barcelona a finales de los sesenta tras un largo exilio en Venezuela; ya naufragado el primer matrimonio de la narradora, en los tiempos de la gauche divine, los dos amantes lo apuestan todo a la carta de su arrolladora pasión. Finalmente la narradora lleva a cabo una lúcida y emocionante reflexión de tintes crepusculares. Un libro en el que se entreveran la fuerza de su estilo inconfundible, la capacidad de evocación, el dominio de la ironía y el relato intenso, ameno y grave a un tiempo, de unas historias inolvidables.