Este Cuarto de desechos se construye a partir de los diarios que escribió Carolina Maria de Jesus, en donde narra el día a día en la favela, la maternidad, el amor la vida y un empeño por la escritura que está más allá de todos los obstáculos. Sin acceso a estudios formales, la poesía singular y espontánea que habita estas páginas se nutre de la literatura variopinta que la autora rescataba de los basureros, un lenguaje propio que el equipo de traductores de la UNILA supo reconocer, respetar y llevar al español con todo el cuidado. Se trata de una literatura escrita desde los márgenes más alejados que, como lo señala Jumko Ogata en su prólogo, "siempre han tenido voz propia, voz que pocas veces ha sido escuchada por la incomodidad que presenta". En pocas palabras, Cuarto de desechos es "la escritura de una mujer negra, orgullosa de serlo, que cree fervientemente en la palabra como compañía en medio del fango".