Los cuentos son unos taimados y no sólo divierten, sino dicen más de lo que dicen; abarcan poco y aprietan mucho, imponen leyes difíciles de cumplir, desechan sin el menor remordimiento todo lo inservible a sus propósitos y se ufanan de que las cosas complicadas parezcan fáciles, define Espejo en la contraportada de la edición.