El niño salvaje. Se encontró a un niño salvaje en la plaza de la ciudad. Sus gritos se escuchaban a lo lejos. Pero no era un niño sino una niña y la vieron morderse y salivar como una bestia. En medio de la muchedumbre y de la indiferencia, un hombre se interesa en ella e intenta arrancarla del olvido. Lo que él nos cuenta es la realidad que descubre detrás de las palabras, las suyas y las que le son impuestas sin que pueda entender el significado exacto.
Loca. Desde que Marta Mendes encontró un artículo que hablaba sobre "la primera muerte conyugal del 2017 en Bélgica" pasa sus días revisando los periódicos en busca de las siguientes. Frente a la lista que se alarga irremediablemente, y que ella actualiza día tras día, y las cajas de archivos que se amontonan, Marta no encuentra otra solución que escribirle al rey quien, está segura, sabrá encontrar una solución a esta situación que la enferma.
Estas dos obras escritas por la dramaturga belga Céline Delbecq trazan el camino de seres que se resisten a la indiferencia y a la locura de un mundo que se niega a ver y reconocer al desposeído. Abren un espacio valioso a la palabra y replantean la función teatral en el centro de la sociedad y de su disfuncionalidad.