La Mujer Pájaro se abre la piel
recorre sus venas con la punta de los dedos hasta llegar al origen de la herida para entenderla desde la raíz
Es una radiografía de las despedidas, un recorrido por un proceso que no es lineal sino en espiral; pasa por el dolor más crudo, la rabia, la tristeza profunda hasta la breve, pero hermosa sensación de sanar. La sanación colectiva de nuestras heridas. Pérdidas, rupturas y duelos. La Mujer Pájaro escribe poemas de largo aliento para hablar de su dolor, deja pequeñas notas, tips para inventar despedidas más amorosas y éticas en un mundo que nos rompe. Piensa en las despedidas salvajes aquellas que viven las madres de lxs desparecidxs y las víctimas de feminicidio. Imagina intentos de despedida e intenta resignificar la vida digna.
La filósofa Marina Garcés nos dice que un pensamiento valiente interpela porque nos despla-za: lo que somos, lo que pensamos y lo que sabemos dejan de mirarse al espejo para tenerse que mirar a través de los ojos, de las palabras, de las vidas y de las problemáticas de otro. Sandra Ivette, con su enorme fuerza y ternura ha escrito un poemario valiente, porque nos interpela, como si nos llamara a escucharla y mirarnos a través de ella.
Este poemario es quizá una de las obras más dolorosas, bellas y necesarias de estos tiempos. Es un acompañamiento profundo y cuidadoso desde el cuerpo de una mujer que se despide. Es una invitación a abrazar nuestros ciclos y nuestras ficciones.