Eros y polis: dos nombres griegos para cuestiones que, sin duda, exceden largamente lo griego. Lo erótico y lo político, lo amoroso y lo comunitario, son términos que a lo largo de la historia han entablado relaciones diversas. Contraponiéndose a veces, confluyendo otras, el tono y el carácter que esa relación adopte definirán el destino de una cultura. Así lo entiende la autora, y así cree leerlo en Spinoza, pensador fundamental y secreto.