El hecho es conocido: en 1846, Thoreau se negó a pagar sus impuestos, motivo por el cual fue encarcelado en la prisión de Con- cord. Mediante este acto, expresó su opinión ante lo que consideraba una injusticia y una ilegalidad, negándose a colaborar con un Estado que mantenía el régimen de la esclavitud y emprendía guerras injustificadas, en específico, contra México. Desde la cárcel pudo forjar una postura crítica en contra del gobierno. El resultado fue el ensayo Desobediencia civil, con el cual sentó las bases de la protesta pacífica. ¿Cómo puede estar satisfecho un hombre por el mero hecho de tener una opinión y quedarse tranquilo con ella?, se pregunta en el texto. Actualmente es más necesario que nunca leer a Thoreau y cuestionar, como lo hizo en su época, la función del Estado y el papel de los ciudadanos ante las injusticias.
Figura singular y enemiga de convenciones, el estadounidense Henry D. Thoreau (1817-1862) desarrolló una obra fértil y heterogénea impregnada de un individualismo y de una integridad radicales. Si su obra más conocida, "Walden", fue el resultado de su voluntad de experimentar la libertad y la vida autosuficiente en la naturaleza, en sus «Diarios», ensayos y conferencias fue consignando su propia construcción como persona. Su ideología fue heterodoxa, radical, casi libertaria, antiimperialista y antiesclavista, y su influencia en los movimientos contemporáneos de desobediencia civil, desde Gandhi a nuestros días, ha sido enorme. De su discurso, tan firme como revolucionario, y que por otro lado, lejos de haber perdido actualidad, se revela hoy más que nunca como un referente para una sociedad asustada y secuestrada por poderes tan difusos como sospechosos.