Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha invocado a las diosas por
considerar que simbolizaban lo que buscaba en ese momento, ya fuera abundancia
o salud, protección o pasión. Aprovechando el resurgimiento del interés por la
Feminidad Divina, Julie Loar presenta aquí las cualidades y orígenes de una diversidad de deidades de todo el mundo junto con valiosas sugerencias de cómo hacer uso práctico de sus atributos. Para ello, alinea espléndidamente a las diosas con los ciclos de la naturaleza y los signos zodiacales. Así, si luchamos por alcanzar una meta, es a la diosa nepalesa Chomolungma a la que debemos invocar, como lo han hecho los sherpas en sus escaladas al Everest durante generaciones. O si queremos tener suerte, debemos invocar a la diosa romana Fortuna, inspiración oculta tras la ruleta de su mismo nombre. Con 366 diosas entre las que elegir, seguro que cada lectora encontrará una deidad a la que recurrir para cada aspiración y necesidad.