Esta obra presenta un análisis profundo de la intersección entre militarismo, extractivismo y violencia. En sus páginas se explora cómo la apropiación y despojo de la naturaleza a través del uso de las fuerzas armadas ha tomado un papel central en la configuración de la política mexicana durante las últimas décadas. Sus autores, bajo la coordinación de la investigadora Aleida Azamar Alonso, examinan cómo la militarización se ha exacerbado en nuestro país y se ha utilizado como una estrategia de seguridad pública interior, revelando el debilitamiento de las regulaciones que garantizaban la soberanía institucional civil frente al aparato castrense. Los temas se abordan desde el estudio de las acciones de gobierno que han dado pie a la militarización en México, así como la forma en que el Ejército poco a poco se ha fortalecido hasta desplazar a las policías locales en la protección de varios megaproyectos extractivos. Esto se traduce en una amenaza constante en contra de comunidades rurales e indígenas que se oponen a esta lógica destructiva del Estado. Este libro es esencial para cualquier persona interesada en comprender la complejidad del extractivismo en México como núcleo del capitalismo depredador que utiliza la violencia como su principal instrumento.