En ese recorrido, la palabra se envuelve en lo salino, en lo amoroso y en lo social con idéntico ímpetu. También hay tiempo en el ascenso para el reposo y la contemplación; para asomarse a lo que pasa con ánimo participativo, a ratos distanciado y, en ocasiones, crítico. La mirada de Luna se extiende desde una suerte de panóptico en todas las direcciones y arriesga tanto en la belleza como en lo más siniestro. Recorrer el Edificio Nautilus es adentrarse en la aventura de lo humano con todos los aromas que la vida desprende.
En Edificio Nautilus Inma Luna nos invita a un viaje vertical. Sietepisos construyen este espacio poético que, desde el haiku y otrascomposiciones breves, nos eleva hasta poemas derrochadores yvolcánicos. En ese recorrido, la palabra se envuelve en lo salino, enlo amoroso y en lo social con idéntico ímpetu. También hay tiempo enel ascenso para el reposo y la contemplación; para asomarse a lo quepasa con ánimo participativo, a ratos distanciado y, en ocasiones,crítico. La mirada de Luna se extiende desde una suerte de panópticoen todas las direcciones y arriesga tanto en la belleza como en lo más siniestro. Recorrer el Edificio Nautilus es adentrarse en la aventura de lo humano con todos los aromas que la vida desprende.
Me sumerjo en el agua
helada
cada poro duplica el espacio que le ha sido asignado
la sangre ha encontrado su ruta
soy un pez globo amarillo y azul
pincharía ahora mismo si alguien me tocase
con ese olor a alga
espeso
como la salsa que se ha cocinado durante muchas horas
el espumoso envite
un influjo que asciende
una hembra feroz empapándolo todo
dejándome la convulsión
que atruena en los estómagos después de las catástrofes.