La didáctica ambiental en la perspectiva artística de la sustentabilidad postula como eje epistemológico el pensamiento complejo, el cual aduce la conjunción disciplinaria para gestar la conciencia crítica del medio. De este modo, la pedagogía ambiental se sitúa en el campo de la interacción disciplinaria; por lo tanto, las ciencias sociales y las humanidades, lejos de ser concebidas como ámbitos separados y disociados de la dimensión ambiental, amplían y complejizan su conocimiento científico y su pertinencia sociocultural. A partir de la pedagogía de la creatividad y del arte se promueve el pensamiento transdisciplinario para coadyuvar en la mejor comprensión de las complejas y multifactoriales problemáticas ambientales derivadas de las acciones e interrelaciones que los seres humanos establecen con su medio biofísico y sociocultural, y que determinan su conservación o degradación. En este contexto, el paradigma de la complejidad busca fomentar conciencia, valores, actitudes y competencias proambientales en la diversidad de los actores sociales, que incidan en su vida pública y privada, tanto en los niveles local como global.