El estridentismo (1921-1929) fue uno de los primeros movimientos literarios y artísticos de vanguadia posteriores a la Revolución Mexicana. Con él se instituye el movimiento que construyó un imaginario de la ciudad moderna a través de dos canales culturales: la literatura y la gráfica/pintura. Poco a poco salían a la luz nuevos valores post revolucionarios: la educación (Vasconcelos), la técnica y el progreso que sólo se podían encontrar en la ciudad. México apenas estaba saliendo del oscurantismo autoritario de Porfirio Díaz y de la poesía modernista y romántica. El estridentismo nació, en primer lugar, de un nuevo cuestionamiento poético e intelectual dentro de un ámbito en proceso de formación: la ciudad. Hasta entonces la poesía era esencialmente rural y bucólica, donde los elementos naturales eran los únicos que podían generar o inspirar a ésta. El movimiento estridentista se manifestó en un marco esencialmente urbano, a través de manifiestos (carteles pegados en los muros), reuniones en un café (El café de nadie), revistas (Ser, Irradiador y Horizonte) y publicaciones de libros con el apoyo del gobernador del Estado de Veracruz, Heriberto Jara en Xalapa. La aportación del estridentismo es fundamental para la vida cultural mexicana, a través de su poesía y literatura y de las propuestas gráficas de sus artistas.