¿Es el racismo norteamericano un mal incurable? ¿Hasta qué punto el concepto de «negritud» ha tenido como consecuencia obsesionar a la comunidad afroestadounidense con la América blanca, o ha sido utilizado por esta para sublimar su desprecio hacia la América negra? ¿Cómo se sostiene un movimiento frente al éxito de su propia agenda política? He aquí algunos de los interrogantes que la controvertida ensayista se formula en El final de la negritud con una franqueza desprovista de retórica, pero nunca de humor.