El sexo disfrutado y el padecido, el sexo de los ricos y el de los pobres, el sexo de los célibes y el de los adictos, el sexo de los niños y el de los ancianos, el sexo buscado y el impuesto... Esther Díaz narra historias sexuales con personajes entrecruzados por el deseo, que no siempre otorga placer y muchas veces promueve pena y hasta horror. Su escritura a veces arde en llamas, regodeándose en obscenidades indecorosas, y otras se sumerge con timidez en recatadas sutilezas. Estos relatos son la puesta en escena de ciertos simulacros que irrumpen en la actividad de una autora hasta ahora conocida por sus textos filosóficos y su actividad docente en universidades nacionales y extranjeras. Su condición de filósofa no está ausente en estas páginas, que esperan ser acunadas, penetradas y recorridas por la lectura que ?como la escritura y el amor?suele hacerse en privado.