Tres novelas cortas «brillantes y perturbadoras» (Alejandro Zambra) en las que Margarita García Robayo, una de las voces más destacadas de la literatura latinoamericana actual, expone lo mejor de su narrativa. «Creo que es la escritora que mejor escribe sobre la intimidad.»
Mariana Enriquez En Hasta que pase un huracán, una adolescente de clase media es la protagonista de una vida muchas veces tediosa, en una ciudad cerca del mar, de la que sueña huir. En Lo que no aprendí, una niña observa atentamente la figura que representa su padre: un abogado que ejerce prácticas paranormales. Su voz inocente y su mirada lúcida son una búsqueda para sanar su propia historia. Finalmente está Educación sexual, un texto que se mueve entre ficción autobiográfica y el ensayo, ambientado en un colegio del Opus Dei del Caribe. Con este último quedan al descubierto las conexiones entre los tres títulos: una colección de estampas de juventud de mujeres que se rebelan con ironía, inteligencia y arrojo frente a la tradición y los abusos, y que intentan reinventarse constantemente en otros mundos. Margarita García Robayo mira el mundo con despiadada atención pero también con suma naturalidad: nunca está completamente afuera de lo que observa o de lo que nombra, y el ejercicio de mirarse en el espejo no la paraliza, más bien al contrario. Es imposible describir la cruda y cálida irreverencia de su escritura. Sus personajes se parecen entre sí pero tal vez ellos no estarían de acuerdo, porque no quieren parecerse a nadie y a la vez desean fervientemente #en ocasiones a cualquier precio# participar del mundo. Reseñas:
«El sonido de las olas reúne tres novelas brillantes y perturbadoras que construyen algo así como una nueva disidencia, porque la autora tiene sus propias teorías sobre el humor, el pudor, la valentía, la rebeldía, el capricho, la violencia, el deseo, el arribismo, la confianza, el abuso, la intimidad y la soledad, de ahí la rara contundencia de este libro único.»
Alejandro Zambra «García Robayo es un espíritu anticursi, precavido de la proyección optimista. No pretende ser buena ni blanda ni seductora, pero, paradójicamente, la complejidad de su pensamiento se manifiesta con un estilo amable, en el mejor sentido del término. Una amabilidad en la incomodidad: contradicción de gran prosista.»
Carlos Pardo, El País (España) «No hay buenos ni malos, sino gente en medio de un derrumbe íntimo, una catástrofe intensa que ella se limita a exponer de manera descarnada [...]. Tiene elegancia, tiene perfidia narrativa. Tiene un mundo dentro de la cabeza, y es un mundo complejo, lleno de aristas, de contrastes.»
Leila Guerriero «Hasta que pase un huracán mezcla una rara sensibilidad para los ritmos del habla y de la prosa con una visión dura y personalísima de su material narrativo: una obra magnífica.»
Juan Gabriel Vásquez «La voz de García Robayo es un escalpelo entrando con cortes finos y precisos en la carne de nuestra historia personal.»
Gabriela Wiener «García Robayo deslumbra con una prosa minuciosa que escribe premiosa y concienzudamente, con la misma atención con la que se puntea un intrincado extracto bancario.»
Vis Molina, El Cultural (España)